Intrusismo profesional en fisioterapia
Un delito contemplado en el Código Penal
¿Lo sabías? Ejercer una profesión que requiere titulación académica oficial, sin tenerla, es un delito . Se llama intrusismo profesional, y está tipificado en el Código Penal español en el Artículo 403 del CAPÍTULO V, sobre la usurpación de funciones públicas y del intrusismo.
Además de las multas, tiene pena de cárcel si el impostor se atribuye una titulación oficial sin tenerla, y/o ejerce la actividad en un local abierto al público.
Formación universitaria del fisioterapeuta
Cuando pones tu salud en manos de un fisioterapeuta, lo haces con alguien que se ha formado durante varios años en la universidad. Allí, ha recibido una amplia y profunda capacitación sobre múltiples materias como anatomía, bioquímica, psicología, salud pública, metodología científica, procedimientos quirúrgicos, enfermería, deontología, física, biomecánica, fisiopatología, ejercicio terapéutico, patologías, biología, …
Además de los posteriores estudios y especializaciones, con titulaciones en forma de másteres universitarios o enseñanzas homologadas, por ejemplo para abordar en mayor profundidad toda la problemática de la rodilla, de la articulación de la mandíbula, la función neurológica o la respiratoria, la pediatría, …
Y como profesionales sanitarios, en realidad nuestra formación nunca termina, porque siempre estamos pendientes de nuevos tratamientos, especialidades, recursos tecnológicos y avances de la ciencia en general, y en particular de la medicina.
El intrusismo profesional en fisioterapia: cursillos inutilizables
En fisioterapia padecemos el intrusismo a diario. Encontramos una amplia variedad de ofertas y publicidad de servicios de carácter terapéutico (no estético ni relajante) «ilegales», relacionados con nuestra profesión. Es gente que, o bien ha hecho un curso a distancia o de unas semanas en una academia (en ambos casos no homologados), o ni siquiera eso. Recuerda que para acceder a un curso sí homologado debes tener titulación universitaria previa. Si no es el caso, ese diploma no tiene validez académica, no está reconocido oficialmente y no permite manipular tu cuerpo
La osteopatía, por ejemplo, es una especialidad de la fisioterapia. Si alguien se anuncia como «osteópata» recuerda que no es un profesional sanitario. A efectos terapéuticos (lesiones, patologías, …), el fisioterapeuta es un profesional sanitario con grado universitario, y el masajista (quiropráctico, osteópata, …) tiene un título privado obtenido en una escuela con formación no reglada (no oficial, sin contenido comprobado) que no le permite intervenciones terapéuticas.
Sí. Un particular no formado o con uno de estos cursos «inutilizables» puede abrir una clínica de fisioterapia, pero él/ella no puede ejercer como fisioterapeuta, solo como empresario/a. Exige siempre el título oficial. No te pongas en manos incapacitadas.
ο Una sentencia condena a un quiromasajista por intrusismo
Consecuencias para la salud de ponerse en manos de un intruso
La ausencia de formación específica e integral y, por tanto, el desconocimiento absoluto que ello supone sobre la realidad del cuerpo humano y de sus funciones orgánicas, puede llevarte a una pesadilla.
Por ejemplo, si un paciente con un tobillo hinchado acude a un falso fisioterapeuta, este se pondrá a manipular la zona para bajar la inflamación. Pero no pensará, porque no está formado para ello, que esa hinchazón podría ser causada por una trombosis. La consecuencia no hace falta explicarla. Pero un fisioterapeuta sí estará capacitado para contemplar esta posibilidad. Por ello no tocará la zona y solicitará una evaluación por imagen que, quizás, detectará la presencia de un trombo más arriba, derivando al paciente a recibir atención médica hospitalaria de urgencia.
Una situación como la que hemos descrito de intrusismo profesional puede tener un resultado fatal, pero hay otras muchas consecuencias de acudir a alguien no titulado como fisioterapeuta: hematomas, contracturas, pinzamientos, lesiones cervicales y medulares, infecciones, trombosis, accidentes cerebrovasculares, rotura muscular, embolismos, desplazamiento de stents, daño de nervios, pseudoaneurismas, tromboembolismo pulmonar, ruptura de útero, …
Colegiación
Los Colegios Profesionales tienen la responsabilidad de la ordenación del ejercicio de las profesiones, la defensa de los intereses profesionales de los colegiados, y la protección de los intereses de los consumidores y usuarios de los servicios de sus colegiados. Se encargan de velar por la ética y dignidad profesional, y por el respeto debido a los derechos de los particulares. Por eso, es imprescindible para tu salud y tu seguridad jurídica que siempre acudas a un fisioterapeuta titulado y debidamente colegiado.