Las piernas de los mayores: ¿puede fortalecerlas la fisioterapia?
Un proceso con efectos en el tiempo
Las piernas de los mayores merecen una especial atención. En Clínica iPhysio hemos recibido pacientes de edad avanzada con dificultades para caminar sin ayuda o simplemente para mantener una postura en pie prolongada. Su masa muscular, desgastada, es incapaz de gestionar el movimiento del cuerpo debidamente, con el riesgo añadido de sufrir caídas que ello supone. Este proceso (en el que concurren varios factores) se denomina “sarcopenia” y aparece con el paso del tiempo.
No siempre se ha llevado a lo largo de los años una rutina saludable a efectos de ejercicio físico. Desde mediados del siglo pasado, las profesiones emergentes, muy vinculadas en general a la tecnología, han tendido casi siempre hacia una jornada sedentaria. Hablamos de trabajos en un lugar más o menos fijo en el que se permanece sentado o a pie firme durante casi todo el tiempo. Y tampoco ha habido hasta hace muy poco un hábito extendido de realizar ejercicio físico en el tiempo libre (como salir a correr o simplemente a andar), ni siquiera se consideraba algo “interesante”.
Esta “inmovilidad” acumulada de años pasa factura ineludiblemente, ya que el cuerpo, la musculatura, necesita moverse, “comer”, para mantenerse “engrasada” y por tanto tan operativa como la propia edad lo permita.
Fortalecer las piernas de los mayores
Todos conocemos casos de gente de edad muy avanzada que practica distintos deportes (atletismo, fútbol) y que, dentro de sus condicionantes, destaca sobremanera por su excelente forma y capacidad físicas, superiores incluso a las de otros mucho más jóvenes.
Algunos han hecho del ejercicio un compañero habitual durante mucho tiempo, pero hay quien ha comenzado a practicarlo estando ya en la madurez. Esto nos indica que, sin lugar a dudas, en ejercicio nunca es demasiado tarde para empezar, y bien dirigido puede conducir a una calidad de vida satisfactoria.
Y los ejercicios terapéuticos de fortalecimiento de piernas son especialmente cruciales para personas mayores, contribuyendo a adquirir una rutina general y saludable y sobre todo a evitar caídas, muy comunes.
Nuestro abordaje para ayudar a las piernas de los mayores
Nuestro trabajo con estos pacientes para paliar o incluso deshacer ese proceso comienza elaborando un historial personal en el que además de los antecedentes, se contempla como muy importante:
- su rutina cotidiana actual, seguido por
- un exhaustivo reconocimiento y
- valoración de la situación física general y del grado de pérdida muscular
A partir de aquí, tenemos una visión de conjunto completa y podemos abordar las soluciones necesarias en cada caso. Se trabajan manualmente y con otras técnicas los músculos (y articulaciones) para iniciar lo que podríamos llamar “operación de engrase”. En ocasiones, incluso activamos tejidos que llevaban tiempo casi inactivos.
Este trabajo en el box de la clínica, que puede requerir más de una sesión para ayudar en la reactivación o consolidación, se acompaña de ejercicios terapéuticos personalizados para realizar en nuestra sala de rehabilitación junto a un fisioterapeuta y/o en casa.
Aunque cada caso tiene un avance diferente, tengamos presente que hablamos de un proceso de recuperación de la funcionalidad que, en general, requiere un tiempo. Cuando el paciente comienza a ejercitarse, vemos que ante los sutiles avances iniciales su estado de ánimo y su perspectiva del día a día cambian, y estimulan su interés.
… Llegan a la clínica con otra actitud corporal y en general con positividad, con unos objetivos claros que ahora sí ven su alcance.
Casos clínicos en iPhysio
El caso más reciente es el de L. O., una paciente de 82 años afectada desde hace diez por un dolor progresivo en una rodilla que la obligaba a detenerse cada 50 metros, y que le había provocado una importante desviación en la pierna en los intentos de evitar ese dolor al caminar.
Después de hacer una ecografía en la que se detectó inestabilidad y alteraciones estructurales en la zona y la ausencia casi total de musculatura.
Se trabajó con ella y se le pautaron ejercicios terapéuticos específicos para su caso, que ayudaran tanto a fortalecer los músculos y a la reabsorción del líquido, como a rectificar la posición del pie al caminar.
Dos semanas después de empezar a realizarlos a diario, nos comentaba que el dolor ahora aparecía más tarde y podía caminar sin él un trayecto más largo.
Si prosigue en esta línea, y con un trabajo interdisciplinar con la podología, la expectativa es que a medio plazo (ya dijimos que el proceso requiere tiempo) recupere la operatividad y forma de la pierna casi en un 90%. Logrará con ello no solo una mejor movilidad sino también un impulso a su calidad de vida.
Nuestro trabajo es siempre enriquecedor por lo que implica trabajar por la salud. pero en estos casos, en los que se añade devolver el optimismo y la confianza a una persona mayor, la verdad es que nos sentimos doblemente satisfechos
Si tienes un familiar que podría necesitar este apoyo para recuperar/mejorar su autonomía física, llámanos.
Somos muy buenos en nuestro trabajo,
y lo somos para cuidar de tu salud a cualquier edad.
¡DÉJATE CUIDAR!
y lo somos para cuidar de tu salud a cualquier edad.
¡DÉJATE CUIDAR!