Dolor de espalda en los niños: la importancia de su silla
Pupitres y escritorios pueden pasarles factura
Para hablar sobre el dolor de espalda en los niños, lo primero es tener muy presente que su cuerpo (huesos, articulaciones, …) está en constante cambio, en formación y crecimiento, y cualquier “desviación” podría arraigarse y requerir en el futuro un tratamiento importante para corregirla. Y una correcta consolidación de la columna vertebral es de vital importancia .
El dolor de cuello y espalda empieza a ser habitual en niños, y no solo es un tema físico, porque puede afectar:
- a su capacidad de concentración
- a su rendimiento escolar y
- a su estado de ánimo en general
Por acumulación, puede crearles verdaderos problemas durante la adolescencia , y multiplicar por 4 la posibilidad de que sean adultos con dolor de espalda crónico e incapacitante. Por eso es importante intervenir a tiempo.
Estadísticamente, el dolor de espalda suele aparecer (o agudizarse) a partir de los 12 años, y no toda la culpa corresponde a la mochila mal elegida y/o mal llevada. También intervienen:
- el ejercicio mal hecho
- la obesidad
- la vida sedentaria, y
- una mala postura habitual
Vamos a centrarnos en la mala postura como origen del dolor de espalda , descartando posibles patologías existentes: los niños pasan muchas horas sentados en clase, o en casa estudiando y haciendo deberes. El hecho de que además el “salir a jugar” (y por tanto a hacer ejercicio) se haya ido desvaneciendo en favor del sentarse (de nuevo) con el videojuego o la tele, tampoco ayuda precisamente, sino que lo agrava.
Por qué importa la forma de sentarse
A efectos del dolor de espalda (y en general de toda la higiene postural), la forma de sentarse debería favorecer siempre la menor tensión en ligamentos y músculos, y mantener el cuerpo alineado en tramos de 90º con los pies apoyados en el suelo. Para optimizar, un sistema de apoyo en la zona lumbar (puede ser una toalla enrollada) sería excelente.
Recuerda que «la mejor postura es la que menos dura», pero siempre debe ser correcta, es decir, procurar el correcto reparto de cargas .
Cuanto más nos acerquemos a esta posición, mejor será la salud de nuestra columna, el flujo sanguíneo, y el beneficio para ligamentos y tendones, reduciendo de manera drástica la posibilidad de que aparezca ese dolor de espalda y cuello.
En el caso de los niños, es importante que aprendan desde pequeños a sentarse bien por dos razones:
- evitar que le afecte a los distintos niveles que hemos mencionado al principio, y
- crear un hábito permanente que le beneficiará durante toda la vida
Problemas que puede generar sentarse mal
La tensión a la que se somete la columna, al estar mal sentado o en una silla inadecuada, puede provocar una curvatura que, a su vez, desalineará las vértebras. Y un problema de operatividad en la columna repercute tanto en la zona craneal como en la cadera y, por ende, en el correcto funcionamiento de distintos órganos y funciones corporales.
La mala influencia de una silla inadecuada y una mala postura, es proporcionalmente mayor cuanto más tiempo haya que pasar en ella: estudiar vs comer, por ejemplo.
Prevenir el dolor de espalda en los niños
Educar a los niños en higiene postural, como hemos visto, es imprescindible para prevenir problemas en su edad adulta. Con ello, contribuimos además a una aptitud física más saludable.
Sugerencias para crearle un buen hábito:
- Sentarnos nosotros correctamente, sobre todo delante de él (querrá imitarnos): derechos, sin encorvar la espalda en ningún momento. Si hay que llevar el cuerpo hacia delante (por ejemplo para coger algo de la mesa), desplazar el torso completo, sin doblar la columna.
- Animarlo a caminar y/o estirarse cada 30 minutos (aprox.) para no prolongar la postura de sentado y explicarle que es para despejar la espalda. Hacer esto incluso sentados en el sofá viendo una peli.
- Limitar en lo posible el tiempo de uso de tablets, móviles, videojuegos, televisión, …
- Elegirle una silla ergonómica (hablaremos de ello a continuación)
- Procurar que haga ejercicio (jugar en casa, practicar algún deporte, salir a caminar, correr o hacer bici con nosotros, …).
- Darle ejemplo nosotros en estas cosas (nos vendrá muy bien, además)
Elegir la silla
Una buena silla para su escritorio es muy importante, porque va a pasar en ella muchas horas diarias durante varios años, y como hemos visto es un objeto que influirá en su salud: merece la pena optar por una ergonómica, y no una estándar. No hace falta decir que debe acompañarnos a elegir, porque debería probarla.
Lo primero, es que no siempre la más cara es la mejor. A veces, en el precio intervienen otras cosas que no afectan realmente a su eficacia, como la marca, el material, un diseño atrayente o el color.
Para elegir la mejor silla posible, deberíamos tener en cuenta estas consideraciones, aunque no necesariamente todas a la vez:
- ¿Favorece la flexión de 90º de la articulación de la cadera?
- ¿Asegura su espalda y fomenta la postura adecuada (respaldo y asiento contorneados)?
- ¿Lleva almohadilla de soporte lumbar?
- ¿Es regulable en altura para ir adaptándola a su crecimiento?
- ¿Tiene otros mecanismos regulables (para mover reposabrazos, respaldo, …)?
- ¿Es del tamaño adecuado a su edad? Sin regular la altura, debe poder apoyar los pies en suelo (a no ser que lleve un reposapiés), sin que le cuelguen. Esto ayuda a una alineación correcta de todo el cuerpo (todo a 90º).
- ¿El tejido es transpirable? Si es de un material diferente, por ejemplo polipropileno, optar por diseños con orificios que aumenten la ventilación.
- Si tiene ruedas ¿pueden bloquearse?
- ¿Se puede girar de lado con seguridad? Si se gira de lado con la silla, debe girar todo el cuerpo con ella, no solo las caderas
Si además le gusta y está deseando usarla, hacemos pleno: se sentará a estudiar mucho más predispuesto y cómodo.
Tratamiento en Clínica iPhysio del dolor de espalda en niños
En nuestra clínica ayudamos a muchos pacientes con dolor de espalda, y podemos confirmar que cada vez acuden más jóvenes. Incluso padres preocupados que nos traen a sus hijos a la consulta.
Ante un dolor de espalda, lo primero sería consultar al pediatra y/o fisioterapeuta (o al médico de familia) para que evalúe su posible origen y haga un diagnóstico. A partir de aquí, si es un problema postural (la inmensa mayoría lo son), como fisioterapeutas somos los profesionales indicados para darle solución.
- Nuestra intervención comenzará pidiéndole que se siente como si estuviera haciendo deberes (agradecemos que los padres traigan una foto de su silla), y que camine con normalidad.
- A simple vista, ya podremos detectar las posibles incidencias posturales y corregírselas, llevando su cuerpo hacia la posición correcta para que sepa cual debe ser y la busque siempre.
- Le ayudamos a tener conciencia corporal y corrección biomecánica.
Además de hacerle el tratamiento de fisioterapia para reducir/eliminar el dolor actual, le indicamos ejercicios terapéuticos adecuados para su caso para hacer en casa, y le damos pautas para que el dolor no aparezca de nuevo.
Si tu hijo sufre dolor de espalda, aunque sea leve, consulta con nosotros, y nos pondremos en marcha para ayudarle a superarlo y a que sea un adulto posturalmente sano.
Somos muy buenos en nuestro trabajo,
y lo somos para cuidar de tu salud a cualquier edad.
¡DÉJATE CUIDAR!
y lo somos para cuidar de tu salud a cualquier edad.
¡DÉJATE CUIDAR!