Puede provocar gravísimas secuelas en el organismo, e incluso el fallecimiento: el golpe de calor

Un golpe de calor, también llamado insolación, es una subida exagerada de la temperatura corporal provocada por situaciones externas ambientales. Os damos unos apuntes para evitarlo, y sobre cómo actuar si se produce.

Qué es un golpe de calor

Como hemos comentado, se dice que hay golpe de calor cuando sube la temperatura corporal (fiebre) por encima de los 40ºC. Aunque es más frecuente en los meses de verano, puede producirse en otras épocas (en una sauna, por ejemplo). Quien lo padece necesita tratamiento de urgencia, porque su capacidad para provocar daños es muy rápida y puede afectar gravísimamente a distintos órganos del cuerpo (cerebro, corazón, riñones, músculos). Y el daño es progresivo: a más tardar el tratamiento mayor el riesgo de complicaciones o incluso de muerte.

Qué lo provoca

Partiendo de un ambiente muy caluroso, podemos estar en reposo (pero con larga exposición) o realizando actividad física (deporte, trabajo,…). En ambos casos, el cuerpo aumenta su propia temperatura central hasta los niveles que hemos dicho antes, sobre todo si además el índice de humedad es alto. Contribuye a que se produzca el llevar demasiada ropa (dificulta la evaporación del sudor), beber poca agua (deshidratación) y consumir alcohol (afectar la capacidad del organismo de regular la temperatura).

Síntomas

Debemos alertarnos si hay fiebre superior a 40ºC o superior, si detectamos una confusión mental (comportamiento alterado, dificultad en el habla, temblores/convulsiones, …), enrojecimiento de la piel, náuseas y o vómitos, dolor de cabeza, respiración y/o frecuencia cardíaca aceleradas, …

Factores de riesgo

Aunque siempre hay que prevenir que ocurra,  algunas circunstancias debe hacer extremar las precauciones:

  • Edad, tanto si se es muy joven como muy mayor. La hidratación de ambos además es vital.
  • Realizar esfuerzos físicos de cualquier tipo cuando hace mucho calor.
  • Exponerse al calor de forma repentina (ola de calor, viaje, …) sin tiempo para que el cuerpo se aclimate.
  • Carecer de medios de climatización (ventilador, aire acondicionado, …).
  • Algunos medicamentos, como los vasoconstrictores, reguladores de presión arterial, diuréticos, antidepresivos … y ciertos estimulantes. Consulta a tu médico si los estás tomando.
  • Ciertas enfermedades crónicas, sobre todo si afectan al corazón o los pulmones, la obesidad, el sedentarismo.

Cómo actuar ante un afectado

061 Emergencia Sanitaria
091 Policía
062 Guardia Civil
080 Bomberos
Prioritario: llamar de inmediato a los servicios de emergencias. Mientras llegan, debemos paliar en lo posible la situación, y para ello lo primero es trasladarlo a un lugar fresco y aireado (cerrado mejor) o al menos a la sombra.

Le ayudamos a bajar la temperatura quitándole el exceso de ropa y utilizando agua fría (bañera, ducha, manguera, esponja humedecida, …) abanicando, o aplicar compresas/toallas con hielo sobre la cabeza, el cuello, las axilas y la ingle. Le damos agua para beber (no otra bebida), en pequeños sorbos.

Para prevenirlo

Podemos reducir la posibilidad del golpe de calor: utilizando ropa ligera que no sea ceñida (mejor llevar también gafas de sol y la cabeza cubierta) y protector solar, bebiendo mucho líquido para mantener la hidratación (no alcohol ni bebidas azucaradas), y dejando la actividad más fuerte para horas menos calurosas. Consulta con el médico si hay medicaciones o enfermedades que pudieran constituir riesgo.

LA TRAMPA DEL COCHE

25/30ºC en el exterior. Coche cerrado o apenas abierto. En minutos, el interior puede llegar hasta los 50ºC e incluso superarlos.

Este shock térmico, incluso con las ventanillas algo bajadas y a la sombra, puede ser mortal para un niño pequeño o para un perro o gato.