Agujetas post vacaciones
Luis F. Navas, Col. COFICAM.850
Después de unas semanas de inactividad física, chiringuito, fiestas y demás excesos, toca volver a ponerse las pilas. Y es ahora cuando empezamos a escuchar más que nunca la famosa frase: «¡Puff qué agujetas!». Vamos a dar unas pautas para evitarlas, y también para aliviarlas si es que ya las tenemos encima.
Qué son las agujetas
Agujeta (mialgia diferida en terminología médica) es el nombre que se da popularmente al dolor muscular de aparición tardía (DMAT); se trata de una rotura de fibras que afecta al musculo esquelético y que:
- Se produce después de una actividad física extenuante, o de una intensidad superior a la que, en ese momento, el músculo está preparado para afrontar.
- Será mayor cuanto menos adaptado a esa actividad o «fuera de forma» esté el músculo.
En general, el dolor y la rigidez aparecen entre las 12 y las 24 horas posteriores a dicha actividad física, y suelen tener su momento álgido a las 48 h. Se caracterizan por una pérdida de fuerza y de rango de movimiento, tumefacción, dolor…
Qué las produce
A día de hoy, la causa principal es de origen mecánico: someter al músculo a un trabajo de alta intensidad y, sobre todo con las contracciones excéntricas (en las que el origen y la inserción del musculo se separan), hace que se rompan fibras musculares. Entonces, y como respuesta para reparar y regenerar, el organismo genera una acción inflamatoria en la zona que, a su vez, pone en alerta a los receptores de dolor del musculo: nos duele porque hemos percibido esa alerta.
También concurre una alteración a nivel neurogénico, es decir, a nivel del Sistema Nervioso Central. Porque los estímulos que normalmente no son dolorosos ante esa actividad, ahora sí lo son, enviándonos un mensaje muy claro: «tienes que bajar el ritmo e ir con calma».
Cómo evitarlas
Hay que planificar una vuelta progresiva a los entrenamientos: apliquemos la teoría del menos es más.
En efecto, es mejor poder entrenar toda la semana a una intensidad baja, que que volver el primer día como si no hubieses tenido un parón en tu actividad física, y pasar por ello tres días sin poder moverte.
La medida mas efectiva es el sentido común, volver poco a poco escuchando a nuestro cuerpo e ir readaptándolo de esta manera.
Si ya es tarde para prevenir porque han aparecido, las opciones para aliviarlas son: masaje, calor, estiramientos suaves, hidroterapia, actividad física suave y unos días de reducción de la intensidad.