Punción seca en Fisioterapia
La punción seca es una técnica invasiva de fisioterapia que se utiliza para tratar sobre todo los puntos gatillo.
Os lo vamos a repetir, pero más largo…
La punción seca es una técnica de fisioterapia en la que se introducen a través de la piel (invasiva) finísimas agujas (punción), sin inyectar ningún líquido (seca), para llegar hasta fibras musculares tensadas o “anudadas” (puntos gatillo) que pueden ser muy sensibles y provocar dolor, para liberarlas o desactivarlas y que el músculo vuelva a su longitud de reposo.
Origen de la punción seca
Es un tratamiento moderno, desarrollado para aliviar el dolor muscular. Nacido de la medicina occidental y de conclusiones científicas basadas en la investigación, se originó a mediados del s.XX a partir de trabajos de los médicos americanos David Simmons y Janet Travell, esta última relevante investigadora, considerada la mayor especialista en el dolor miofascial (dolor crónico, hablaremos de él otro día) y su tratamiento, que trató los problemas de espalda de John F. Kennedy.
Mediante esta técnica (NO confundir con la acupuntura, aunque también utilice agujas), el fisioterapeuta conseguirá reducir tanto el dolor como la tensión muscular y, con ello, se podrá avanzar más rápido en la recuperación, mejorando la flexibilidad y aumentando el rango de movimiento. Las agujas específicas para este tratamiento son por supuesto de un solo uso, perfectamente estériles.
En aplicaciones muy específicas y delicadas anatómicamente, se hace uso del ecógrafo.
Aunque su aplicación más amplia está en los puntos gatillo (también hablaremos de ellos), es igualmente efectiva para tratar otras alteraciones, tanto a nivel superficial como más profundo. Por ejemplo en casos de lumbalgia crónica, codo de tenista, tendinitis del manguito rotador, dolores de cabeza, cuello o espalda, …
¿Duele?
La gran pregunta ¿Duele? Como cualquier técnica invasiva, la punción seca puede provocar molestias en el momento o después (tipo agujeta) si se produce algo de inflamación. La inserción de la aguja en sí es indolora, lo que puede provocar molestia es que el músculo se contraiga al colocarla.
Aplicación
Es muy importante que sea un fisioterapeuta titulado y colegiado, con preparación específica en esta técnica, quien la aconseje y, en su caso, la aplique. Te explicará con claridad por qué la plantea y podrás aclarar todas tus posibles dudas.
Y no siempre un paciente es candidato a recibirla por sus personales circunstancias: tu fisioterapeuta también te indicará por qué no la aconseja. Por ejemplo si hay fobia a las agujas, linfedema, reacciones anormales previas a una inyección, mala coagulación o trastornos inmunológicos. Confía en tu fisioterapeuta.
Acude SIEMPRE a un fisioterapeuta COLEGIADO.
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